Según una fuente militar británica citada por la agencia rusa ITAR-TASS, “el Gobierno de Irán ha tomado medidas de seguridad excepcionales a fin de prevenir una expansión del movimiento de protesta originado por la brusca caída del tipo de cambio del rial registrada esta semana”.
Se informa de que los enfrentamientos más encarnizados con las fuerzas del orden tuvieron lugar en tres importantes calles comerciales de la capital iraní, donde están instaladas muchas tiendas que comercializan monedas de oro y oficinas de cambio.
“Todo parece indicar que las autoridades tratan de liquidar el mercado negro de divisas y hacer pasar todas las operaciones de cambio por oficinas que operan bajo el control del banco Central de Irán y que fueron instaladas la semana pasada”, dijo a ITAR-TASS un empleado de la City de Londres, principal centro financiero de Europa.
Las autoridades afirman que los destacamentos de Basidj tienen el objetivo de “acotar las protestas por métodos de persuasión” y que “se mantengan las tiendas abiertas”. Asimismo se informa de que las autoridades indicaron a la milicia que “actuase delicadamente y que no permitiera que hubiese víctimas”.
Basidj es una organización militarizada iraní perteneciente al Cuerpo de los Guardianes de la Revolución. Sus militantes, estimados en 10 millones de personas, no solo forman parte de la reserva del Ejército y del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución, sino también de agrupaciones chiitas más radicales, como Hezbolá.