Según el sitio, Erdogan “preguntó a Washington si el ataque sirio podría servir de pretexto para imponer una zona de exclusión aérea con la participación de las Fuerzas Aéreas de EE.UU. sobre el norte y el centro de Siria”.
Por su parte, la Casa Blanca rechazó la solicitud del primer ministro turco señalando que EE.UU. no planea una intervención en el país árabe ya que, según los recientes datos de la inteligencia norteamericana, el presidente Bashar al Assad no podrá mantenerse en el poder por más de seis meses.
El proyectil que provocó la ira de Turquía fue supuestamente disparado durante un combate entre las tropas regulares y los rebeldes sirios que tenía lugar cerca de la frontera turca, en el poblado sirio de Tell el Abyad.
En respuesta al ataque que se cobró la vida de cinco civiles turcos y provocó heridas a otros 13, Turquía atacó el miércoles una serie de objetivos en el territorio sirio.
Por su parte, Siria señaló que está investigando el incidente y presentó sus condolencias a los familiares de las víctimas.
La OTAN y la ONU condenaron el ataque perpetrado desde el territorio sirio, pero se abstuvieron de comentar la respuesta turca.
Aunque las autoridades turcas aseguran que no buscan una guerra con Siria, el jueves su Parlamento autorizó a los militares a seguir bombardeando las zonas fronterizas del país vecino.