El representante sirio ante la ONU, Bashar al-Jaafari, afirmó que expresó condolencias, pero no disculpas, por la muerte de cinco civiles en suelo turco a causa de un proyectil procedente de territorio sirio este miércoles.
“Esas no fueron disculpas, sino una manifestación de solidaridad con los civiles”, dijo el diplomático a los periodistas.
Al Jaafari subrayó que su Gobierno continúa la investigación del ataque y que hace falta prestar atención a los grupos armados de insurgentes sirios que actúan en la zona fronteriza, que a menudo cruzan la frontera para refugiarse del avance de las tropas gubernamentales.
El representante sirio desmintió así la ampliamente difundida declaración del viceprimer ministro turco, Besir Atalay, quien dijo este jueves, un día después del ataque, que Siria admitió su responsabilidad por el bombardeo que dejó cinco civiles muertos y oficialmente pidió disculpas por el incidente. "Lo han reconocido y han prometido que esto no volverá a pasar”, afirmó Atalay a la prensa, momentos después de aprobarse la moción del Parlamento que autorizó al Gobierno a enviar tropas al extranjero.
Según el portal Infowars.com, conseguir la culpabilidad de Siria por el ataque a ojos de la comunidad internacional, que rotundamente condenó al régimen de Bashar al Assad pese a la falta de pruebas, fue clave para Turquía, considerando que el primer ministro Tayyip Erdogan inmediatamente exigió a Estados Unidos la introducción de una zona de exclusión aérea en Siria.
La página web también se refiere a una grabación que muestra a insurgentes sirios presuntamente en la zona del ataque y en posesión de morteros y proyectiles iguales a los que impactaron en el pueblo turco.
Tras la muerte de civiles del 3 de octubre, Turquía respondió con fuego de artillería contra blancos sirios cercanos a la frontera este miércoles y jueves.
La OTAN y la ONU condenaron el ataque perpetrado desde el territorio sirio, pero se abstuvieron de comentar la respuesta turca.
Aún más, este viernes varios medios turcos informaron que las Fuerzas Armadas de nuevo abrieron fuego contra Siria, luego que otro proyectil de mortero, presuntamente lanzado desde Siria, cayera en territorio fronterizo turco.
Como otros miembros de la OTAN, Turquía apoya a los insurgentes que combaten a las fuerzas gubernamentales en Siria en el conflicto, que se prolonga desde marzo del 2011.