Según numerosos expertos, sin el armamento que los rebeldes adquieren de países extranjeros no podrían resistir a las fuerzas gubernamentales en un conflicto que dura ya más de un año y medio y se ha cobrado miles de vidas.
Sin embargo, últimamente Washington, que apuesta por la caída del régimen del presidente Bashar al Assad, empezó a mostrar su preocupación porque grupos terroristas se apoderen de armamento como lanzamisiles, según comentaron varios altos oficiales sauditas y qataríes a 'The New York Times'.
Así, el ministro del Estado para Asuntos Exteriores qatarí, Khalid Al-Attyah Mohamed, señaló que apoya el suministro de armamento a los rebeldes, pero “primero necesitamos el respaldo de Estados Unidos y preferiblemente de la ONU”.
Sin embargo, el ambiente preelectoral en EE.UU. hace que el presidente Barack Obama descarte el apoyo militar abierto a los rebeldes, según explica el periódico estadounidense.
El Consejo de Seguridad tampoco da su visto bueno a resoluciones que permitan una acción militar extranjera en Siria a causa del veto que han impuesto en varias ocasiones Rusia y China.