Lynntech, Nanotrons y Physical Sciences son las tres compañías a las que el Ejército ha adjudicado contratos por valor de unos 100.000 dólares para que desarrollen nuevos generadores de humo que reemplacen a los empleados actualmente, ya que estos liberan en el aire cobre nocivo, reporta www.wired.com.
Las denominadas 'cortinas de humo' o 'nubes de polvo', que se emplean para camuflar a grupos y vehículos militares en sus acciones, pueden ser peligrosas, ya que contienen partículas de metal, a menudo de bronce, que pueden plantear riesgos para la salud de quienes respiran ese aire.
La inhalación en exceso de partículas de cobre, que se encuentran en el bronce, puede causar problemas gastrointestinales y en casos más graves daños hepáticos y renales. Además, según algunos estudios, el humo tóxico puede provocar irritación respiratoria, alveolitis, neumonía crónica e inflamación pulmonar.
Estas 'cortinas de humo' se llevan utilizando desde la década de 1950 para permitir que los militares de EE.UU. permanezcan a salvo de los misiles. Los productos químicos forman densas nubes del polvo metálico alrededor de equipos que emiten radiación infrarroja, como por ejemplo tanques y aviones militares, con el fin de protegerlos de los proyectiles que se guían siguiendo este tipo de radiación.
Con una inversión que asciende casi a los 300.000 dólares, el Ejército estadounidense espera que los nuevos dispositivos cuenten con un compuesto químico menos nocivo para la salud.