En la audiencia que ha empezado en la mañana de este miércoles (hora local), las tres acusadas reiteraron que sienten mucho si su actuación hirió los sentimientos de los creyentes, pero puntualizaron que este no era su propósito. Subrayaron que no admiten haber cometido “un acto de vandalismo”, ya que su acción tuvo un carácter puramente político, destinado a protestar contra la ‘fusión’ de la Iglesia Ortodoxa rusa con el Gobierno y contra las autoridades del país.
Insistieron en que respetan a todas las religiones y recordaron que en numerosas ocasiones pidieron disculpas a los creyentes. Al mismo tiempo, subrayaron que no habrá arrepentimiento, ya que esto supondría admitir su culpa.
“Hemos ido a la catedral para demostrar nuestra protesta desesperada contra las élites políticas. Probablemente, la forma de nuestra protesta ha sido inaceptable para la gente, puede ser que nuestra sociedad no está dispuesta todavía a comprender una ‘oración punk’”, comentó una de las rokeras, María Aliójina. Acentuó, además, que tanto ella como el resto de las Pussy Riot están en contra de las acciones destinadas a apoyarlas que incluyan derribar las cruces en iglesias ortodoxas y profanar sus íconos, como ya sucedió en numerosas ocasiones.
El pasado 21 de febrero, las rockeras irrumpieron en la Catedral del Cristo Salvador de Moscú, subieron al altar y tras despojarse de algunas prendas de vestir, con los rostros cubiertos, tocaron una guitarra eléctrica y cantaron estrofas como: “Madre de Dios, echa a Putin”.
Las jóvenes fueron acusadas de “vandalismo por motivos de odio religioso y animosidad hacia un grupo social". El pasado 17 de agosto las tres integrantes de la banda -Nadezhda Tolokónnikova, María Aliójina y Ekaterina Samutsevich- fueron condenadas a dos años de cárcel.
El recurso de casación fue presentado el 27 de agosto, dentro del plazo previsto por la ley para apelar la sentencia.
Inicialmente la vista de la apelación estaba prevista para el 1 de octubre, pero fue aplazada después de que una de las condenadas, Yekaterina Samutsévich, rechazara los servicios de la defensa con el pretexto de que sus posturas en relación el caso no coincidían.
La defensa de Pussy Riot mantiene que la actuación de las tres integrantes no contiene elementos de delito y que la sentencia no prueba el delito que se les atribuye. Los abogados piden que el Tribunal anule la sentencia y extinga la acción penal. Según las declaraciones de los abogados, en realidad la defensa cuenta más con una suavizacion de la sentencia, que podría ser sustituida por una condena condicional, o con una reducción de la pena de cárcel hasta el plazo real que las jóvenes ya han cumplido en prisión.
En vísperas de la primera vista de la apelación de la sentencia, la Iglesia Ortodoxa Rusa se dirigió a la Justicia pidiendo que suavizara la condena a las integrantes de la banda Pussy Riot si éstas se arrepentían de su 'oración punk', subrayando que "el fin del castigo es la rectificación".
El proceso judicial contra las rockeras se ha convertido en un evento mediático de gran envergadura, con intensos debates en Internet y actos públicos tanto de simpatizantes de la banda que reclamaban su liberación como de sus críticos que insistían en la inadmisibilidad de tal comportamiento y la necesidad de un castigo duro para las jóvenes. Este miércoles los espacios públicos frente al edificio del Tribunal Municipal de Moscú que está considerando el recurso de también se convirtieron en escenario de manifestaciones tanto de simpatizantes como de los críticos de la banda.