De este modo, España se suma al grupo de Estados (integrado por Polonia, Rumania, Holanda y Turquía) que albergarán instalaciones y componentes del escudo antimisiles de EE.UU. y la OTAN, que se espera que esté plenamente operativo en 2018.
La parte española comprenderá el despliegue de cuatro destructores de la Marina de EE.UU., dotados de interceptores y el sistema de radares Aegis, capaz de eliminar misiles intercontinentales balísticos de corto y medio alcance. Las naves serán instaladas en la base naval de Rota a partir de 2013 y allí prestará servicios una plantilla estadounidense de unas 1.400 personas.
El documento fue firmado por el ministro de Defensa español, Pedro Morenés, y el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta en Bruselas a finales de una sesión de la Alianza, cuya agenda se centró en el proyecto del escudo, que ha generado muchas críticas en Moscú.
Washington, el inspirador del escudo, asegura que el sistema antimisiles europeo está destinado a proteger a los países de la región de una supuesta amenaza por parte de Irán. El Kremlin, en tanto, considera que este sistema aspira a romper el equilibrio estratégico mundial.
En reiteradas ocasiones Moscú ha exigido a Washington que dé garantías jurídicas de que el escudo antimisiles europeo no va dirigido contra Rusia. Ante la negativa estadounidense, Rusia advirtió que no descarta desplazar los sistemas de misiles Iskander a su enclave europeo en Kaliningrado.