“El gran problema existente para iniciar un proceso de diálogo es la negativa británica a sentarse a la mesa y a negociar con Argentina una solución pacífica al conflicto”, comentó a RT el analista internacional Eduardo Berezan.
El delegado argentino exigió a su vez el fin de la ocupación británica del archipiélago, y reiteró la disposición de su gobierno a iniciar las negociaciones con Londres.
Asimismo, el representante argentino denunció a Londres por realizar ejercicios militares, trabajos de exploración y explotación de los recursos naturales, violando de esa forma las resoluciones de la ONU.
Hace dos semanas la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ya insistió ante la Asamblea General del organismo en la necesidad de entablar un diálogo, criticando el uso de dobles raseros.
“También hay que tener en cuenta cuál es, por ejemplo, la situación en el Consejo de Seguridad de la ONU donde Reino Unido tiene derecho a veto. También están allí EE.UU., que son aliados tradicionales de Gran Bretaña, y todo esto impide de alguna manera que se avance en este proceso”, sostiene el analista internacional.