Tradicionalmente los líderes israelíes contaban con un amplio apoyo en EE.UU. tanto de los republicanos como de los demócratas. Pero el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu tiene otra visión. Sus relaciones con Barack Obama fueron inciertas desde el principio y ahora parece que está dispuesto a tomar partido.
"Tenemos a un primer ministro que es republicano en cuerpo y alma. Netanyahu creció y estudió en EE.UU. Es republicano por cultura, sus opiniones económicas e incluso, su política exterior", dijo el ex director General del Ministerio de Relaciones Exteriores, Alon Liel.
Irán, motivo de discordia entre Netanyahu y Obama
Netanyahu le exigió a Washington el trazado de una línea roja para Irán que, de ser cruzada, permitiría emprender acciones militares. Sin embargo, le dijeron que todavía hay tiempo para tratar de solucionar el problema por la vía diplomática, una declaración que despertó una fuerte crítica de Netanyahu.
Durante la última sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, el líder israelí fue más allá. Netanyahu presentó un diagrama que contenía una bomba con una línea roja. El gráfico mostraba las supuestas etapas para fabricar un arma nuclear.
"Netanyahu influye a Obama y a Estados Unidos en general. No fuerza al país a hacer algo que no quiera pero lo fuerza a aceptar, a callar ante lo que hace Netanyahu y aunque no le gusta a Obama, lo sigue haciendo porque sabe que los republicanos lo apoyan totalmente", indicó el periodista Larry Derfner.
Incluso su arrebato contra Obama será emitido en EE.UU. en un comercial pagado por una organización llamada 'Secure America Now' o 'Una América segura ahora'.
"En EE.UU. ya han llegado a tal extremo que si un político estadounidense critica a Israel, esto se traduce en apoyo al terrorismo, lo que amordaza a muchos políticos, incluyendo a Obama", agregó Derfner.
Netanyahu y Romney, partes de rompecabezas coinciden
El que comparte con Netanyahu su rígida postura hacia Irán es el candidato republicano Mitt Romney. Pero a medida que se acercan las presidenciales y Obama mantiene cierta ventaja en los sondeos, la estrategia del primer ministro luce arriesgada para los mismos israelíes. Muchos temen que las relaciones con EE.UU. puedan verse perjudicadas si Obama es reelecto, especialmente, en lo que se refiere al reconocimiento de la Autonomía Palestina.
"Creo que esto volverá a través de las Naciones Unidas, a través de la votación sobre el reconocimiento, y creo que una venganza estadounidense se expresará en el hecho de que esta vez no estarán en contra como antes y el resultado será humillante para Netanyahu", destacó el ex director general del Ministerio de Relaciones Exteriores, Alon Liel.
Obama ahora enfrenta las próximas presidenciales y Netanyahu aboga por elecciones anticipadas en el Parlamento, ambos tratando de ganar más puntos políticos de cara a estos comicios. Y una victoria de ambos podría derivar en el empeoramiento de las relaciones entre sus países. En cualquier caso, según las encuestas, los propios israelíes están más preocupados por perder los lazos estratégicos con EE.UU., que por una eventual guerra con Irán.