Las zonas más afectadas fueron las islas de Bhola, Hatia y Sandwip, donde al menos 1.500 casas de arcilla y paja resultaron destruidas por la llegada del desastre natural.
Aunque las autoridades habían alertado a la población de la región sobre fuertes lluvias y habían aconsejado estar cerca de la costa, nadie esperaba una tormenta con un poder tan destructor.
Se informa que en varias ocasiones las personas no tuvieron tiempo para dejar sus hogares, donde quedaron sepultados entre los escombros.
El destino de los desaparecidos ya no está claro, ya que se espera que muchos de ellos hayan podido encontrar refugio en otras islas remotas. En el pasado muchos pescaderos con paradero desconocido volvieron a sus casas una o dos semanas después de las tormentas.