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El barco nicaragüense que desató las alarmas en Colombia se retira de la zona de conflicto
La embarcación nicaragüense que realizaba una investigación científica sobre recursos pesqueros en una zona del Caribe que ambos países reconocen como suya, ya se ha retirado de la zona. Mientras Colombia acusa a Nicaragua de violar su soberanía, el país centroamericano critica las actitudes enemistosas que trasgreden los principios de la convivencia internacional.
La ministra colombiana de Exteriores, María Ángela Holguín, considera que el incidente fue "un acto de desespero" después de once años de un proceso para definir los límites de los dos países en aguas del Caribe. "La Armada Nacional ha estado ejerciendo la soberanía y la seguirá ejerciendo" mientras la Corte de La Haya "envíe el fallo" que definirá los límites con Nicaragua en esas aguas, advirtió la ministra colombiana.
Esta tarde, el asesor jurídico de la Cancillería de Nicaragua, César Vega, leyó una nota de prensa en la que aseguraba que las autoridades colombianas mantenían una "actitud hostil" contra la embarcación y que no abonaba en nada a las relaciones entre países vecinos. Pero Holguín considera que "el comunicado de Nicaragua no está ligado realmente a la verdad". Ante la tensa situación creada por la interceptación del barco a 13 millas náuticas en aguas colombianas, el almirante Hernando Wills, jefe de operaciones de la Armada Nacional colombiana, afirmó que su entidad mantendrá vigilada la zona de Cabo Quitasueño.
La Corte Internacional de Justicia de La Haya ya determinó que las isla San Andrés y Providencia son de Colombia, mientras sigue pendiente el fallo -que se emitirá a finales de este año- sobre la propiedad de otros islotes. Nicaragua busca, además, que sean reconocidos como suyos unos 50.000 kilómetros cuadrados de aguas del Caribe.
Mientras Colombia está convencida de su victoria al considerar que ya hay un tratado que define los límites territoriales, Nicaragua considera que la soberanía de ese país sobre el archipiélago y las aguas que lo bañan es una "apropiación ilegal".
Esta tarde, el asesor jurídico de la Cancillería de Nicaragua, César Vega, leyó una nota de prensa en la que aseguraba que las autoridades colombianas mantenían una "actitud hostil" contra la embarcación y que no abonaba en nada a las relaciones entre países vecinos. Pero Holguín considera que "el comunicado de Nicaragua no está ligado realmente a la verdad". Ante la tensa situación creada por la interceptación del barco a 13 millas náuticas en aguas colombianas, el almirante Hernando Wills, jefe de operaciones de la Armada Nacional colombiana, afirmó que su entidad mantendrá vigilada la zona de Cabo Quitasueño.
La Corte Internacional de Justicia de La Haya ya determinó que las isla San Andrés y Providencia son de Colombia, mientras sigue pendiente el fallo -que se emitirá a finales de este año- sobre la propiedad de otros islotes. Nicaragua busca, además, que sean reconocidos como suyos unos 50.000 kilómetros cuadrados de aguas del Caribe.
Mientras Colombia está convencida de su victoria al considerar que ya hay un tratado que define los límites territoriales, Nicaragua considera que la soberanía de ese país sobre el archipiélago y las aguas que lo bañan es una "apropiación ilegal".
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