Los islamistas de Malí amenzan con abrirle a los franceses "las puertas del infierno"

Los islamistas de Malí han advertido al presidente francés, Francois Hollande, que abrirán "las puertas del infierno" para los franceses si París no deje de insistir en la necesidad de intervenir militarmente en Malí para ayudar a las autoridades a recuperar el control de la parte norte del país.
Las amenazas se producen tras la reunión mantenida por los países francófonos en la República Democrática de Kongo en la que Hollande urgió a intervenir contra los islamistas de Malí. El Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (MUYAO) recordó que tiene a nueve ciudadanos europeos como rehenes, entre ellos seis franceses, y que su vida está amenazada ahora más que nunca.
“Si sigue echando leña al fuego, en los próximos días le enviaremos unas imágenes de los rehenes franceses muertos. No será capaz de contar a los franceses muertos, tanto en África Occidental como en otras regiones”, declaró el portavoz del movimiento, Oumar Ould Hamaha.
En respuesta a las amenazas Hollande aseveró que no tiene intención de retractarse de su opinión sobre la situación en Malí. "Siempre hemos dicho que haremos todo lo posible para liberar a nuestros rehenes. Pero, ¿tenemos que bajar el tono de nuestro mensaje sobre la integridad de Malí y la lucha contra el terrorismo debido a estas amenazas? Creo que es al revés", precisó el mandatario francés.

 En relación al deterioro de la situación en Malí y las declaraciones de Francia a favor de la intervención, el periodista Gerald Horne comentó a RT que fueron las propias potencias occidentales las que crearon las condiciones para que los extremistas islámicos tomaran el control de la zona.
“Sin duda alguna, lo que pasa en Malí es una crisis humanitaria y un desastre, y también es una consecuencia directa de la intervención de los países de la OTAN en Libia en 2011. Para forzar la caída del coronel Gaddafi, los países occidentales tuvieron que suministrar toneladas de armas a Libia que, posteriormente, se filtraron al vecino Malí, que antes había sido relativamente estable”, denuncia el periodista.
“Con la filtración de este tipo de armas estallaron disturbios civiles y la agitación militar en el norte de Malí. Ahora lo que tenemos es una formación de Al Qaeda  que se ha apoderado de una región del norte de Malí, más grande por su territorio que el estado de Francia”, comenta el experto a RT. 

El pasado 12 de octubre el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad una resolución que autoriza una intervención militar en Malí para ayudar a las autoridades nacionales a recuperar el control del norte del país, que desde 2011 permanece en manos de los islamistas radicales. A la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS, según sus siglas en inglés) se le ha dado un plazo de 45 días para elaborar un plan de acciones coordinado con la Unión Africana y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
El estado de Malí ha quedado dividido en dos partes gracias a los esfuerzos de los ex mercenarios de ex líder libio Muammar Gaddafi y los terroristas islamistas  presuntamente alineados con Al Qaeda. El 22 de marzo de este año, un golpe de estado depuso al presidente Amani Toumani Toure, y el 6 de abril los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) proclamaron la instauración del Estado islámico de Azawad en un territorio de unos 850.000 kilómetros cuadrados.