Una parte considerable del complejo nuclear iraní está escondido en túneles y búnkeres por todo el país.
Según los expertos, Irán cuenta con centenares de túneles para diferentes actividades, red que la misma administración de Teherán llama “defensa pasiva” y que cuentra con un organismo especializado: el Comité Permanente de Defensa Pasiva.
Además, el descubrimiento de una planta nuclear cerca de la ciudad de Qom, al suroeste de Teherán, ha revelado que Irán no sólo escondió su infraestructura atómica, sino que también disminuyó la verdadera escala de su programa nuclear en sus explicaciones a la comunidad internacional.
El hecho de que Irán no haya informado a tiempo de la existencia de la planta de Qom “reduce el nivel de confianza sobre la ausencia de otras instalaciones” y crea dudas sobre si “existen otras instalaciones nucleares en Irán que no han sido declaradas", advierte la resolución del Organismo Internacional de Energia Atomica (OIEA).
A pesar de todo, Teherán considera “inútiles” todas las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea por el programa nuclear. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Ramin Mehmanparast, dijo que la imposición de nuevas sanciones a Irán “será inútil”.
También insistió en que la polémica sobre el combustible nuclear es “puramente política” y que Irán no cesará, bajo ningún concepto, su programa atómico. “Si los países implicados en las negociaciones optan por la cooperación, los recibiremos con beneplácito. En caso contrario proseguiremos con nuestras actividades”, afirmó Mehmanparast.
Para dejar clara su postura, Irán lanzó un “ultimátum” a la comunidad internacional para que ésta acepte, en un plazo de un mes, sus condiciones para un “intercambio por etapas del combustible nuclear”.
Por su parte, el Gobierno de Barack Obama sopesa imponer nuevas sanciones contra Irán.
A pesar de que Teherán niega los fines militares alegando necesidades médicas y energéticas del país para su programa atómico, los países occidentales sospechan que Irán está trabajando en un programa nuclear militar clandestino.
Hans Blix, ex jefe de los inspectores de armas nucleares del OIEA, cree que las declaraciones de Teherán sobre la construcción de las diez plantas nucleares adicionales no es nada más que retórica.
“Es sorprendente la información sobre las diez plantas de enriquecimiento de uranio. Ni los países grandes tienen tal cantidad de instalaciones de este tipo”, dijo Blix.
"Irán asegura que el Islam les prohíbe fabricar armas nucleares y que sólo producen combustible nuclear para los dos reactores de Busher. En este caso, el aire misterioso en torno al proceso de enriquecimiento, levanta ciertas sospechas", añadió.