La palabra válenki actualmente se percibe por la mayoría de los rusos como algo muy antiguo o simplemente peculiar. Sin embargo, a pesar de las muchas nuevas tecnologías existentes, todavía no han inventado nada más cómodo y que caliente mejor durante los duros inviernos rusos.
Aunque resulta que la procedencia de los "válenki rusos" no es tan genuinamente rusa como pensamos. Según los historiadores, el origen de la invención de este tipo de calzado pertenece a los pueblos nómadas de la estepa. Exáctamente ellos fueron los primeros que inventaron el método de enfurtir (apelmazar su pelo) los tejidos de lana. La lana no sólo resiste bien contra el frío, sino que también protegía los pies de la gente de las piedras puntiagudas y de las plantas de espinas. De los nómadas, este cómodo calzado pasó a extenderse por toda la Rusia eslava.
Lo que más se aprecia de los válenki es que están hechos sin una sola costura, en una única pieza, debido a lo cual resulta suave y conveniente para el pie. Sin embargo, por esta simplicidad genial, en el folclore público ruso se denomina con la palabra válenok (forma singular de válenki en ruso) a la persona ingenua hasta la estupidez. Sólo tiene una desventaja este calzado, pero es bastante grave: los valenkis acusan mucho la humedad, por eso por encima suelen ponerse chanclas de goma.
Antiguamente, los válenki eran un objeto caro, razón por la cual los más ricos eran los únicos que podían permetirse tal lujo. La familia de campesinos en la cual cada miembro tenía un par de válenki se consideraba ya adinerada. En otras casas se creían afortunados si por lo menos había un par para todos. Por ello fueron un regalo muy apreciado, hasta se solían heredar. Para el soldado que iba a la guerra, no había nada más apreciado que los válenki, pues éste calzado de calidad no sólo le salvaba del frío, sino también protegía los pies de escombros y objetos puntiagudos durante el combate.
Pasado mucho tiempo, su producción se desarrolló en las aldeas rusas. Este negocio resultó muy beneficioso, ya que todos necesitaban válenki. La tecnología de la producción se heredaba de generación en generación. Cada productor tenía su propio secreto o su propia técnica.
La fabricación de válenki es un proceso que requiere mucha paciencia. Al no tener costuras, el artesano debe trabajar la lana para que esta se una en una sola pieza.
El proceso es muy difícil, el artesano debe tener mucha fuerza para apisonar la lana. Para darle forma, se moja el zapato con agua caliente y se pone en un patrón de madera, se golpea y se deja secar durante la noche.
Un artesano experto tarda casi seis horas en elaborar un par de válenki, pero para llegar a este punto ha de ser un maestro: se necesitan cinco años de práctica en este arte tradicional. Cabe mencionar que la tecnología de la fabricación casi no ha variado durante los últimos 300 años. Del mismo modo trabajaron los abuelos y bisabuelos de los maestros actuales.