Reanudan en Guantánamo las audiencias contra los presuntos autores del 11-S

La comisión militar de la cárcel de Guantánamo retoma las audiencias preliminares del juicio contra los presuntos responsables de los ataques del 11-S en EE.UU.
En las audiencias, que se celebrarán a puerta cerrada durante una semana, se escucharán los argumentos de la defensa del presunto autor intelectual de los atentados, Jalid Shaij Mohamed, y otros cuatro cómplices.
 
Las últimas audiencias se celebraron en mayo de 2012 y desde entonces las siguientes sesiones se aplazaron varias veces por distintas razones, desde el mes de ramadán hasta la tormenta tropical Isaac en el Caribe o cortes de la conexión a Internet.
 
El pasado mes de septiembre el juez militar James L. Pohl rechazó la petición de los abogados de la defensa que proponían un nuevo aplazamiento  de las audiencias debido a una infestación de moho y ratas en sus oficinas ubicadas en la base militar estadounidense de Guantánamo, Cuba.
 
La comisión ha invitado a asistir a los familiares de víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y a los equipos de emergencia que actuaron en las labores de rescate tras los atentados.
  Jalid Shaij Mohamed, ciudadano pakistaní, es considerado el 'cerebro' de los atentados del 11-S. Junto a él Walid Muhamad Salij Attash Mubarak bin Attash, Ramzi Binalshibh, Ali Abdul Aziz Ali y Mustafa Ahmed Adam al Hawsawi se enfrentan a la posibilidad de la pena capital por la muerte de 2.976 personas en los atentados de 2001 en EE.UU.
 
Los cinco acusados han pasado casi seis años en Guantánamo junto con otros 169 presos y otros tres años en cárceles clandestinas de la CIA tras su captura durante la guerra contra el terrorismo islamista.

La propia CIA reconoció haber sometido a Sheij Mohamed al ‘waterboarding’ o ahogamiento simulado, técnica de interrogatorio considerada por Estados Unidos como tortura. Sin embargo, el actual jefe de la Fiscalía en la comisión militar de Guantánamo, el general Mark Martins, afirma que los casos de torturas infringidas a los acusados no invalidan el proceso judicial.