Las recientes palabras del portavoz de la cancillería iraní, Ramin Mehmanparast, confirman las anteriores declaraciones emitidas por los altos funcionarios del país al respecto de que Teherán puede sobrevivir a las presiones de Occidente y seguir enriqueciendo uranio con fines pacíficos.
El pasado 15 de octubre los miembros de la UE cancelaron las importaciones del gas natural iraní e impusieron restricciones sobre el comercio y las transacciones financieras con el país persa.
El portavoz señaló que las nuevas medidas europeas no harán retroceder a Irán en la creación de combustible nuclear y consideró que las sanciones son “ilegales, irracionales e inhumanas”.
Anteriormente EE.UU. y la Unión Europea ya habían impuesto sanciones contra el petróleo iraní con el fin de impedir el desarrollo del programa nuclear de la República Islámica, antes segundo exportador de hidrocarburos de Oriente Próximo, sólo por detrás de Arabia Saudita.