En la exposición se presentan las últimas innovaciones capaces de realizar tareas humanas: colaborar en tratamientos de rehabilitación, comunicarse, dispositivos submarinos o especializados en tareas de rescate y robots fabricados con módulos que pueden montarse según las necesidades, a modo de 'Lego'.
Los japoneses, como siempre, parecen estar adelantados a su tiempo en un constante acercamiento hacia las capacidades humanas a través de dispositivos mecánicos. Por ejemplo, en la feria se muestran manos robóticas, que han pasado de ser los toscos dedos mecánicos de hace unos años a emular a extremidades humanas para trazar a la perfección sus movimientos. Otra empresa presenta también un nuevo sistema de lavado de cabello, en un dispositivo capaz de hacer el enjabonado, masaje capilar y secado del cabello.
Según el Gobierno nipón, se espera que la producción robótica alcance para el año 2020 una facturación de cerca de 2,9 billones de yenes (unos 37.000 millones de dólares) y que para 2035 se dispare hasta los 9,7 billones de yenes (unos 123.000 millones de dólares).