Las maniobras bautizadas 'Desafío Severo-12' se realizarán en el territorio israelí, durarán alrededor de tres semanas y contarán con la participación de 3.500 militares norteamericanos y 1.000 israelíes.
Según el teniente general Craig Franklin, que encabeza las tropas norteamericanas en la operación de entrenamiento, el objetivo de los ejercicios es mejorar la interacción de las fuerzas de defensa antiaérea y de los sistemas antimisiles de Israel, y las maniobras no están vinculadas con ningún acontecimiento en concreto. “'Desafío severo-12' no está vinculado con ningún suceso concreto, aunque el escenario de los ejercicios se debe a la situación general en Oriente Medio”, apuntó.
Inicialmente la realización de los ejercicios conjuntos estaba prevista para enero o febrero de este año pero fueron aplazados para finales de octubre, principios de noviembre. Una de las versiones que se baraja en los medios sobre las razones del aplazamiento, es la tensión surgida en las relaciones entre EE.UU. e Israel, provocada por la divergencia en las posturas de ambos países en cuanto a un posible ataque contra Irán.
Mientras que las autoridades hebreas señalan que podrían realizar un ataque preventivo contra las instalaciones nucleares de la República Islámica, la Casa Blanca prefiere esperar y descarta la opción bélica por el momento.
El general de brigada israelí Nitzan Nuriel, máximo responsable de la parte hebrea en la preparación de los ejercicios conjuntos, afirmó: “El hecho de que nos estemos entrenando y trabajando juntos es, por sí solo, un mensaje serio”.
Los ejercicios les costarán alrededor de 30 millones de dólares a los contribuyentes estadounidenses y cerca de 8 millones a los israelíes.