Poco después de la explosión los líderes de varias fuerzas políticas del Líbano acusaron a las autoridades sirias de estar detrás del atentado.
El ministro de Información de Siria, Omran al Zoubi, señaló que esta acusación, carece de fundamento y “no merece respuesta alguna”.
Por otra parte el ministro recalcó que Siria fue el primer país en condenar el “cobarde acto terrorista”.
La explosión en Beirut fue provocada por la detonación de un coche bomba. El principal objetivo de los autores del atentado era el jefe de la inteligencia policial del país, Wissam al Hassan, que resultó muerto.
La noche del viernes, tras el atentado, varias ciudades libanesas se convirtieron en el escenario de actos espontáneos de protesta y disturbios callejeros.