Un artesano ruso de la república de Bashkiria (al sur de los montes Urales) creó un gigantesco válenok para el Año Nuevo. Tardó 8 meses y utilizó cerca de 50 kilos de lana para hacer una tradicional bota rusa de número 130. Según el autor de tan extraordinario calzado, su motivación fue el atraer la atención pública al antiguo oficio de enfurtir "válenki".
El maestro hizo todas las operaciones correspondientes a mano y según una antigua técnica dando como resultado un válenok gigantesco de talla 130 y 1,4 metros de altura. El creador dice que se le ocurrió la idea de hacer esta bota después de que vio una historia por televisión en la que mostraron a unos maestros moscovitas que enfurtieron un válenok enorme. Sin embargo, señala orgulloso: “De todas formas su obra es unas veces más pequeña que la mía”.
En la producción del válenok de Bashkiria se utilizó lana de ovejas sacada en otoño. Antes de empezar a enfurtirlo el artesano debió realizar un patrón de tilo. Cuenta que le costó trabajo encontrar un árbol con un tronco de más de un metro de diámetro y luego tardó unas semanas en tallar el patrón hasta el tamaño necesario.
“Primero el válenok era tan grande que apenas cabía en la casa, pero luego la lana se fue apisonando hasta alcanzar casi un metro y medio de altura”, comenta el artesano. Agrega que sus familiares y amigos primero lo consideraron loco, pero al ver la obra maestra se quedaron sorprendidos y maravillados.
También el hombre subrayó la importancia de este tipo de calzado en los inviernos de Bashkiria, inviernos que últimamente se hacen cada vez más severos. En estas condiciones los válenki son el calzado más idóneo para resistir contra el frío.