El funeral del jefe de la inteligencia libanesa se convierte en una gran manifestación

Miles de personas se concentraron el domingo en el centro de Beirut, la capital del Líbano, para asistir al funeral del jefe de la inteligencia del país, Wissam al Hassan, fallecido en un atentado dos días antes.
Todo Beirut, y en especial el lugar donde se celebra el funeral, está patrullado por las fuerzas militares del país. Según algunos analistas políticos, el funeral puede convertirse en una acción de protesta a gran escala. Las personas que acompañan al féretro están vestidas de negro y portan fotografías de Al Hassan, que será enterrado al lado del ex primer ministro Rafik Hariri.

Otro ex primer ministro del Líbano, Saad Hariri, instó a todos los ciudadanos a participar en el funeral del fallecido jefe de la inteligencia policial. "Cada uno de vosotros está personalmente invitado a la Plaza de los Mártires para rezar por el alma de Wissam al Hassan", dice el mensaje del político libanés. 
Wissam al Hassan, de 47 años, un musulmán sunita antisirio, fue asesinado en un atentado perpetrado el pasado viernes con un coche bomba, que además acabó con las vidas de otras siete personas más. El ataque fue atribuido a las autoridades sirias por los líderes de varias fuerzas políticas del Líbano, aunque Damasco rechaza con firmeza todas las acusaciones. 
Durante la víspera del entierro, al menos dos personas resultaron heridas por disparos del Ejército libanés durante las manifestaciones que se celebraron en varios puntos del país en protesta por el atentado en Beirut. También han podido escucharse tiroteos en varias zonas de la capital, donde centenares de personas se reunieron frente a la oficina del primer ministro libanés, Najib Mikati, exigiendo su dimisión. Los manifestantes bloquearon las carreteras en todo el Líbano y prometieron no levantar el bloqueo hasta que el Gobierno renuncie.