Como se observa en las imágenes, capturadas el mes pasado por las cámaras de vigilancia del zoológico de Denver, el saco amniótico del cachorro no llegó a romperse cuando su madre dio a luz.
Fue entonces cuando intervinieron Jankowski y McCloskey. McCloskey logró romper la bolsa con sus propias manos, pero al ver que el animal seguía sin dar señales de vida, decidió socorrerlo practicando la técnica 'boca a boca'.
Poco después y para alegría del personal, el tapir comenzó a respirar y a moverse.
“Siempre da un poco de miedo cuando sucede algo así”, comentó McCloskey. “Afortunadamente, todos tenemos experiencia y habilidad suficiente como para manejar la situación”, dijo orgullosa.
A pesar del incidente, tanto la mamá tapir, Rinny, como su hijo Dumadi se encuentran en muy buen estado de salud.