El diplomático ha reiterado que Quito solicitó oficialmente a las autoridades británicas el salvoconducto para que Julian Assange pueda ir a Ecuador, país que le concedió asilo político. "Nos preocupa que mientras el Reino Unido toma la decisión, la salud de Julian Assange pueda quebrantarse", acentuó Albuja.
Puntualizó que Quito tuvo que dirigir una petición formal a las autoridades británicas, porque la parte ecuatoriana no puede sacar a Assange de la misión diplomática para llevarle a un hospital. Al mismo tiempo, subrayó que hay un progreso significativo en las negociaciones entre los dos países acerca del caso del periodista australiano.
"Allí tuvimos la apertura del Gobierno del Reino Unido y está estudiando qué es lo que podría ofrecer no a Ecuador, sino a Julian Assange, a los derechos humanos de él en el caso de que hubiera una enfermedad. Estamos en este punto en que ya hay una apertura para conversar. Esto antes era impensable, el Reino Unido no quería conversar sobre el tema", comentó.
Assange se encuentra en la embajada ecuatoriana en Londres desde el 19 de junio para evitar su extradición a Suecia, donde está acusado de delitos sexuales, cargos que él niega. El periodista australiano cree que al llegar a Suecia será detenido y entregado a EE.UU., donde podrían procesarlo por espionaje.
"A Julian Assange le protegemos por sus derechos humanos, porque creemos que efectivamente su vida puede correr peligro, podría ser considerado un perseguido político en un determinado momento", comentó Albuja. Al mismo tiempo, subrayó que el hecho de que Ecuador concediera asilo político al periodista no significa que comparta su postura 'ideológica'. "Hay muchos temas que el Gobierno del Ecuador comparte y hay otros que no comparte. Sin embargo, la protección es al individuo, no a las ideas del individuo", insistió el vicecanciller.