El fiscal Greg Abbott, que es miembro del Partido Republicano, acentuó en una carta remitida a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que "bajo la ley de Texas, los representantes de la OSCE no tienen derecho a entrar en el territorio de los colegios electorales. Si se encuentra a un integrante de la OSCE a una distancia de 30 metros de la entrada al lugar puede ser considerado un delito penal”, por lo que podrían enfrentarse a una persecución judicial.
El miembro del movimiento latino USA Lorenzo Topete cree que “el mensaje del ala republicana bastante dura” es que quiere dejar bien claro que no quieren que los observadores internacionales se metan en asuntos internos del país.
“Desde el punto de vista legal me parece que es inadecuada esa advertencia del fiscal puesto que estos observadores simplemente estarán registrados como tales, no tendrán ningún injerencia en los comicios electorales”, subrayó Topete.
Por su parte, el organismo europeo considera inaceptable la amenaza de sanciones contra sus miembros, recordó que EE.UU. también pertenece a la OSCE y asegura que la decisión se produce en respuesta a una petición de varios grupos.
Lorenzo Topete señala que últimamente “EE.UU. se ha caracterizado por tener unas elecciones bastante dudosas” y como consecuencia de esto “los ciudadanos (estadounidenses) ya no entienden si viven en una democracia o no”, subraya.