La inhabilitación para cargos condonados por la ley sobre indultos 241 de 2006 no empezará a contar hasta que la sentencia sea firme, tras una eventual tercera instancia.
El propio Berlusconi considera que la decisión del Tribunal de Milán está motivada políticamente.
"Esta decisión es política, increíble e inaceptable. Es un proceso político, al igual que otros que se abrían en mi contra”, afirmó el ex primer ministro italiano.
Los abogados del político anunciaron su intención de apelar el veredicto hasta el 10 de noviembre, un proceso que puede durar años. La defensa sostiene que el tribunal de Milán es incompetente y que viola la práctica procesal.
Primeramente el Tribunal Penal de Milán condenó a Berlusconi a 4 años de prisión, además de inhabilitarlo en el desempeño de cargos públicos por 5 años por elevar artificialmente el precio de los derechos de difusión de filmes, comprados por sociedades pantalla de su propiedad y vendidos a su imperio audiovisual Mediaset, un sistema que permitía al grupo pagar menos impuestos.
El fiscal del caso Mediaset pedía tres años y ocho meses de cárcel para Silvio Berlusconi por alteración en los derechos de televisivos del canal, ya que consideraba que había evidencias suficientes para relacionar a Berlusconi con los fondos negros que se habrían utilizado para inflar artificialmente el precio de los productos.
El caso de Mediaset es uno de los procesos más sonados relacionados con las actividades empresariales de Berlusconi, fundador del este grupo mediático puntero en Italia.
El juicio, que arrancó en 2006 y que sufrió numerosas interrupciones, se reanudó en febrero de 2011 después de permanecer suspendido durante varios meses, a la espera de que la Corte Constitucional se pronunciara sobre la llamada ley del "legítimo impedimento", amparo judicial del que se valió Berlusconi cuando ocupaba la jefatura del Gobierno para no acudir a las audiencias y que quedó parcialmente invalidado.