El director del Departamento de Seguridad Pública de Nuevo México, Chris Webb, fue demandado ante los tribunales después de usar presuntamente un pistola eléctrica tipo ‘táser’, un arma que genera una corriente de 50.000 voltios, para paralizar a un niño.
Según la denuncia, el incidente ocurrió en el patio de la escuela de Tularosa el pasado 4 de mayo, día en el que se llevaba a cabo una Jornada de Orientación Profesional. Durante su visita, Webb le preguntó a un grupo de chicos de la escuela, entre los que se encontraba la presunta víctima (cuyo nombre corresponde a las iniciales R.D.), que quién quería limpiar su vehículo de patrulla.
Varios de los muchachos dijeron que lo harían. Sin embargo, R.D., dijo bromeando que no quería limpiar el coche.
Según la denuncia, a continuación el acusado apuntó al niño con su pistola ‘táser’ y le dijo que le mostraría "lo que le sucede a las personas que no escuchan a la policía". Fue entonces cuando el oficial disparó presuntamente dos dardos con púas que penetraron en la camisa y el cuerpo del niño.
"En lugar de llamar a personal médico de emergencias, el oficial Webb sacó las púas y se llevó al niño a la oficina del director de la escuela", afirma la denuncia.
El pequeño, que se desmayó después de recibir el disparo, presenta desde entonces cicatrices similares a las que dejan las quemaduras de cigarrillos.
La tutora legal del pequeño, Rachel Higgins, ha presentado una demanda tanto contra el Departamento de Seguridad Pública de Nuevo México como contra el agente Webb. Entre otras, se incluyen acusaciones de agresión, omisión del deber de cuidado médico de emergencia y uso de fuerza excesiva.
De acuerdo con Higgins, ningún funcionario debería, ante una situación así, ocurrida en el patio de una escuela, emplear una ‘táser’, un arma que es capaz de causar daño físico y psicológico, de manera tan imprudente.