La decisión de las autoridades de la República Islámica de usar el 38% de su uranio enriquecido hasta el 20%, como combustible para un reactor civil de investigaciones ha aplazado “el momento de la verdad” por un periodo de 8 a 10 meses, afirmó Barak. Si no fuera así, el punto culminante de la situación podría producirse antes de las elecciones presidenciales en EE.UU., aseguró.
El ministro israelí duda de que las sanciones y las medidas diplomáticas obliguen a Irán a renunciar a su programa nuclear, y señaló que Israel y sus aliados, como EE.UU., podrían considerar un ataque contra la República Islámica en 2013.
Respondiendo a la pregunta del diario sobre los motivos de la decisión de Irán de usar el uranio enriquecido para fines civiles, el ministro hebreo enumeró tres posibles causas, que, desde su punto de vista, podrían haber influido en esta decisión de las autoridades persas.
Entre ellas, señaló la posibilidad palpable de un ataque de Israel o EE.UU. contra las instalaciones nucleares del país. Por otro lado, apuntó que podría tratarse de “una maniobra diplomática” para “ganar tiempo”. Asimismo supone que de este modo Irán dio a entender al regulador atómico de la ONU que está respetando los compromisos asumidos.
Al mismo tiempo, el ministro israelí se mostró convencido de que Irán “quiere convertirse en una potencia nuclear”. El máximo responsable de la defensa hebrea apuntó que le preocupa que la nación persa pueda fortalecer sus instalaciones nucleares hasta el punto de hacerlas invulnerables ante un ataque aéreo de Israel o EE.UU. Barak señaló que este momento podría llegar “la próxima primavera o a inicios del próximo verano”.