Mohammad Hossein Asfari, parlamentario responsable de política exterior y seguridad nacional, afirmó que la medida era un gesto de "buena voluntad", cuyo objetivo era suavizar la posición de Irán antes de la nueva ronda de conversaciones previstas con EE.UU., que se llevará a cabo tras las elecciones presidenciales que se celebrarán en ese país el próximo martes.
Asfari señaló que a cambio de estas acciones por parte de Irán, se espera que se levanten las sanciones y advirtió, según un sitio web que pertenece a la cadena de noticias Al Arabiya, que de lo contrario se reanudaría el programa.
Las negociaciones destinadas a detener el programa nuclear iraní no han dado buenos resultados por el momento, lo que ha llevado a Occidente a imponer duras sanciones al país persa, además de aumentar la posibilidad de que Israel lleve a cabo acciones militares.
Teherán ya indicó a inicios de este mes que estaría dispuesto a negociar. Sin embargo, EE.UU. rechazó el plan propuesto por Irán para abandonar su programa nuclear a cambio de que se levanten las sanciones internacionales sobre Teherán y lo tachó de “inviable”.
De acuerdo con un informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica difundido en agosto, Irán cuenta con una reserva de uranio enriquecido al 20% que pesa poco menos de 190 kilogramos. Algunos expertos sostienen que se necesitarían entre 200 y 250 kilogramos para desarrollar un artefacto nuclear, por lo que le llevaría a Irán un año más fabricar una ojiva nuclear, reportó el diario británico.
Irán defiende que su programa nuclear tiene únicamente fines pacíficos. Sin embargo, Israel continúa alertando de la amenaza global que conllevan estos planes y en este sentido pidió establecer “líneas rojas” para Teherán en sus esfuerzos por enriquecer uranio, asegurando que la República Islámica creará un arma nuclear en menos de un año.