Kim 'Dotcom' Schmitz tiene un problema antes de poner en marcha su nuevo servicio de intercambio ‘Mega’ el 20 de enero (aniversario del cierre de Megaupload): el cable de fibra óptica que conecta Nueva Zelanda con el mundo es incapaz de sostener todo el tráfico que necesita el proyecto.
Por eso el multimillonario intenta construir uno nuevo. La idea es revivir el plan de la compañía neozelandesa Pacific Fibre, cerrada por escasa financiación, que intentaba instalar en el fondo marino una fibra de 12.500 kilómetros para 2014 a un coste de 350 millones de dólares.
En su cuenta de Twitter Dotcom promete “banda ancha gratuita” para los neozelandeses, detallando que el precio de internet sería un 20% más bajo del que es ahora. El empresario de origen alemán intenta suministrar conexión a millones de internautas en el mundo y cobrar dinero dentro de Nueza Zelanda mediante su nueva compañía Mega, que lanzará el servicio del mismo nombre.
La red Mega será un portal que permitirá subir, almacenar y compartir grandes paquetes de datos entre usuarios suscritos y garantizará el anonimato de los mismos. Además, la compañía Mega no será responsable del contenido del servicio, ya que las contraseñas de acceso a los archivos solo las tendrán los suscritores.
El único obstáculo del plan es que para conectar Nueva Zelanda con EE. UU. necesita obtener el permiso de Washington. Y el Gobierno estadounidense acusa a Dotcom de piratería informática y lavado de dinero, motivo por el que demanda su extradición, que será examinada por la justicia neozelandesa en marzo.