La base, que se halla en la ciudad de Bandar Lengeh (sur iraní) ubicada en la costa del Golfo, vigilará la región estratégica del estrecho y el territorio entre la islas Qeshm y Kish, según confirmó el almirante de la Marina Ali Fadavi, citado por la agencia Fars News.
El militar divulgó que los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) desplegaron en la base misiles y unidades navales que realizarán una “cobertura operativa” del área que abarca también las islas Tumb Mayor y Menor, así como Abu Musa.
La soberanía de estos tres sitios, importantes para la navegación, es objeto de una intensa disputa entre Irán, que los posee desde 1971, y Emiratos Árabes, que el pasado abril retiró a su embajador de Teherán tras una visita del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad,
al lugar.
La semana pasada los medios británicos informaron de que el Reino Unido intenta hacer negocios con los funcionarios de los estados del Golfo ante el creciente temor de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes de que Teherán pueda bloquear el estrecho en respuesta a las sanciones restrictivas impuestas por Occidente. Por su parte Fadavi afirmó que no permitirá una “sedición inglesa” en el Golfo Pérsico.
Además, se informó de que Gran Bretaña podría desplegar en el Golfo sus aviones de combate para ejercer presión sobre Teherán que no renuncia a sus planes nucleares, considerados por varios estados, entre ellos Israel y EE. UU., como una carrera hacia el arma nuclear, versión que Irán niega argumentando el carácter pacífico de sus investigaciones atómicas. Anteriormente en medio del aumento de tensiones entre Teherán y Tel Aviv sobre el programa nuclear iraní, EE.UU. reforzó su presencia militar en el Golfo con un portaaviones más.