EE.UU.: El presunto autor de la peor masacre de civiles en Afganistán comparece ante la justicia

La justicia de EE.UU. ha empezado la vista preliminar del caso del militar estadounidense acusado de perpetrar el asesinato de 16 afganos, entre ellos mujeres y niños, uno de los peores delitos desde el inicio de la guerra de la OTAN en Afganistán.
Durante la audiencia el juzgado militar de la Base Lewis-McChord, en el estado de Washington, decidirá si el sargento primero Robert Bales el único acusado oficialmente de la masacre cometida en marzo pasado, está en posesión de sus facultades mentales y si hay razón para someterle a una corte marcial.
Bales, de 39 años y padre de dos niños, se enfrenta a la pena capital acusado de abandonar su base el pasado mes de marzo aprovechando la oscuridad de la noche y abrir fuego contra los residentes de dos aldeas de la provincia de Kandahar. Entre las víctimas había nueve niños y tres mujeres, y algunos de los cuerpos fueron quemados.

"Pensé que estaba haciendo lo correcto", dijo Bales según declaró en el tribunal el soldado David Godwin, quien agregó que parecía que "lo pillaron con las manos en la masa" al referirse a la conducta del sargento aquel día. Los fiscales dijeron que Bales estaba lúcido, “deliberado y metódico" ese día, a pesar de haber estado bebiendo whisky la noche anterior.
La audiencia durará dos semanas durante las cuales se realizará la audición de los testigos, algunos de ellos comparecerán ante el juzgado a través de internet desde Afganistán.
Según la versión de Washington, el autor de la masacre del 11 de marzo actuó por sí solo. Pero la comisión parlamentaria afgana concluyó en su investigación que en la matanza de civiles ocurrida en la provincia de Kandahar podrían haber participado de 15 a 20 soldados de EE. UU.

“La tradición que nunca se cambiará”

El politólogo Omar José Hassan Fariñas opinó que el carácter imperialista del comportamiento de soldados de EE.UU. en otros países no se cambiará nunca.

“Es un punto más en una gigantesca montaña de incidentes, donde EE.UU. se otorga a sí mismo el derecho a masacrar, matar, bombardear, ejecutar y violar los derechos humanos. Es la tradición imperial y no va a cambiar”, matizó el experto y agregó que Washington aplica la justicia de conquistador con los ciudadanos extranjeros.


El incidente, uno más de la serie de delitos y atrocidades cometidas por soldados estadounidenses en Afganistán, provocó un gran escándalo y agudizó hasta el extremo las relaciones entre la OTAN y Kabul.

Sin embargo, pese a las demandas de las autoridades afganas, Washington sacó al acusado de Afganistán primeramente a Kuwait (sin avisar al Gobierno del país) y después a EE.UU., rechazando así el derecho de la justicia afgana de juzgar al supuesto delincuente. Hasta ahora no está claro el motivo de la masacre, se espera que publiquen por primera vez los videos de cómo regresó el sargento a la base.