Hablando sobre la prolongada tensión en Siria, Lavrov reiteró que Rusia apoya la idea ofrecida por el presidente egipcio, Mohamed Mursi, de formar el denominado 'Cuatro' regional, integrado por Egipto, Irán, Arabia Saudita y Turquía con el fin de unir esfuerzos para resolver la crisis siria. "Esto (el 'Cuatro') corrige un error de la reunión de Ginebra, donde no fueron invitados ni Arabia Saudita ni Irán", sostuvo Lavrov.
Además, el canciller ruso sugirió que los jugadores exteriores del conflicto sirio no pueden unir a la oposición de este país ya que están tratando de hacerlo mediante la confrontación entre la oposición y el Gobierno sirio. "Observamos cómo les cuesta unir a la oposición. ¿Tal vez la razón es que están tratando de hacerlo en una plataforma que aboga por la continuación de la lucha?", preguntó durante la rueda de prensa Lavrov. "¿Tal vez si tratan de reunir a todos los grupos de la oposición en una plataforma de preparación para las negociaciones sobre el futuro de su país podrían superar la crisis?", sugirió el ministro ruso.
En una entrevista con el periódico egipcio Al-Ahram, Lavrov enfatizó que la cooperación militar y técnica entre Rusia y Siria “fue siempre con la intención de reforzar la defensa de Siria de cara a una posible amenaza externa, y no fue un método para apoyar a Al Assad ni a nadie”.
“Las principales armas fueron entregadas a Siria por la Unión Soviética. Actualmente estamos terminando los anteriores compromisos sobre el suministro de algunos sistemas de defensa aérea. Tal exportación de armas tiene un carácter defensivo y no contradice a los convenios internacionales”, subrayó.
Los cambios no deben realizarse por el camino de la violencia
Durante la entrevista con el periódico egipcio, Lavrov tocó el tema de la 'primavera árabe' y principalmente los posibles factores, según su visión, que provocaron este fenómeno en Oriente Próximo.
“La mayoría de las razones son de índole social, económica y política. Las autoridades anteriores no fueron capaces de garantizar plenamente las necesidades inmediatas de la población, no estaban preparadas para sentir su solicitud de un cambio. En primer lugar, en cuanto a la necesidad de modificar el sistema estatal en el sentido de una mayor democracia y transparencia. A estos factores se sumaron los problemas crónicos de la corrupción, la desigualdad y el desempleo”, sugirió.
En este sentido el canciller ruso recordó que desde el comienzo de las agitaciones en el mundo árabe Rusia apoyó “las justas aspiraciones de la gente”.
“Reconocemos los resultados de las elecciones en Egipto, Túnez y Libia que, en general, se celebraron en un ambiente libre y democrático. Declaramos nuestra disposición a cooperar con nuevas fuerzas políticas, independientemente de su orientación ideológica. Subrayamos que los cambios deben ser realizados no por el camino de la violencia, sino a través de un amplio diálogo interno con la consideración de los intereses de todos los grupos políticos, étnicos y religiosos”, dijo Lavrov.