La huelga en el transporte público no obstaculizó este miércoles la llegada de miles de indignados griegos a la plaza Sintagma de Atenas. La jornada nacional de manifestación ha estado marcado por la carga policial: los agentes han utilizado gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar a los participantes de la acción.
El periodista Janine Louloudi he contado en Twitter que "los antidisturbios están asfixiando a los manifestantes, hay explosiones, gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento por todas partes".
Según informa la televisión griega, los enfrentamientos dejaron heridos tanto entre los manifestantes, como entre los antidisturbios. La Policía empezó a practicar detenciones. Incidentes menores también se registran en otras partes del centro de la ciudad.
A estas horas el Parlamento decide el destino del paquete de medidas de austeridad exigido por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional a cambio de un nuevo tramo de financiación. Entre tanto, la gente muestra su profundo rechazo a esta iniciativa que, en caso de aprobación, será desastrosa para el pueblo griego.
"Las medidas van a destruir el tejido social de Grecia y la gente pobre no va a poder ir ni al hospital porque la medicina ya no será gratuita", opinó Nikos, un universitario de 22.