Los animales, que al principio buscaban comida y se habían acercado a las plantaciones de té y arroz, sintieron de repente el olor del alcohol que llegaba desde una tienda. Atraídos por el aroma, los elefantes saquearon el local y se bebieron 18 barriles de licor.
El efecto fue devastador. Los paquidermos enloquecidos entraron en Dumurkota y destruyeron al menos tres casas intentando conseguir más alcohol. Además, pisotearon las plantaciones de los campesinos locales.
Los agentes de Policía que llegaron para calmar a los animales y hacerles volver a su manada informaron de que los elefantes eran solo una parte de una comunidad numerosa cuya ruta migratoria pasaba cerca de Dumurkota.