El juez Larry Burns fue el encargado de establecer la condena que debe afrontar Loughner, quien se declaró culpable el pasado agosto, medida que le permite evitar la pena de muerte.
Giffords, quien recibió un disparo en la cabeza y dejó su escaño en enero para recuperarse de las secuelas, acudió al tribunal acompañada por su marido, el ex astronauta Mark Kelly.
La congresista recibió un impacto de bala que le atravesó el hemisferio izquierdo del cerebro -que alberga la parte motriz y el habla- y, aunque su recuperación ha sido calificada de "milagrosa" por los médicos, todavía continúa con un programa de rehabilitación en un hospital de Houston (Texas).
Giffords recibió los primeros auxilios de un joven hispano, Daniel Hernández, quien fue considerado un héroe a nivel nacional por salvarle la vida. Loughner se presentó el 8 de enero de 2011 en un acto con votantes convocado por Giffords, fuera de un supermercado Safeway, en Tucson, con una pistola semiautomática y tres cartucheras con municiones, para intentar matar a la entonces congresista.