Después de que el sábado un cohete impactara en un todoterreno de las Fuerzas Armadas israelíes en las cercanías del Kibutz de Nachal Oz, causando heridas a cuatro soldados (uno está en estado crítico), Tel Aviv respondió con fuertes bombardeos de artillería y de aviación contra la Franja.
Como resultado más de 35 palestinos resultaron heridos, incluso niños, y otros cuatro civiles de entre 16 y 18 años fueron asesinados, según informaba el periódico Haaretz.
El habitual ciclo de represalias mutuas continuó con al menos 50 misiles lanzados desde la Franja de Gaza contra Israel causando heridas a, al menos, cuatro civiles.
Las autoridades israelíes recomendaron a la población permanecer cerca de sus casas. Además, fueron suspendidas las clases en las escuelas hebreas en la frontera sureña con la Franja.
El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, dijo que el Gobierno está estudiando acciones posibles en la frontera y no tolerará el deterioro de la situación. "Si nos vemos obligados a volver a Gaza para darle un fuerte golpe a Hamás y restaurar la seguridad para todos los ciudadanos israelíes, no dudaremos en hacerlo", dijo el ministro.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió de que Israel está preparado para "intensificar su respuesta”.
Las autoridades de Israel responsabilizaron de lo sucedido al movimiento palestino Hamás que controla la Franja de Gaza, advirtiendo que pagarán un precio "alto y doloroso". En respuesta Hamás acusó a Tel Aviv de asesinar a civiles.
Los enfrentamientos armados entre palestinos e israelíes tienen lugar a intervalos cada vez más cortos. En Israel crece el número de voces a favor de una ofensiva antipalestina masiva.
Mientras tanto, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, dijo que pedirá este mes a la Asamblea General de las Naciones Unidas que reconozca una Palestina independiente, pese a las presiones para que abandone el intento.
Imágenes: AFP