Las ciudades más violentas del mundo
Con 191 homicidios por cada 100.000 habitantes, Ciudad Juárez en el estado mexicano de Chihuaha, que limita al norte con Texas (EE.UU.), es la urbe más violenta del mundo, según un estudio realizado por las organizaciones civiles de México. La siguen San Pedro Sula (Honduras) con una tasa casi dos veces menor, 95; San Salvador (El Salvador), también 95; la capital venezolana Caracas, con 94 y Guatemala con 86.
Entre las diez ciudades más violentas figuran dos grandes ciudades colombianas, Cali y Medellín, con 73 y 62 respectivamente; la capital de Honduras, Tegucigalpa (69), la estadounidense Nueva Orleans con 69, y la surafricana Ciudad del Cabo (Cape Town) con 60.
Entre 2007 y 2009 el número de homicidios en Ciudad Juárez aumentó en un 800%, según indicaron los autores de la investigación, el Movimiento Blanco y el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal. El gobierno mexicano no divulga estadísticas periódicas sobre el asunto.
El sábado pasado, la jornada más sangrienta en México en los últimos años, de las 96 muertes violentas que hubo 26 se produjeron en Ciudad Juárez. La mayoría de las víctimas son narcos o policías que son abatidos a tiros en la calle o "levantados", como se llama la práctica de secuestrar y matar a los narcotraficantes rivales, los traidores o los policías y militares que luchan en la guerra contra el narcotráfico.
La capital venezolana Caracas, que se situó en cuarto lugar, también sufre de una ola de "secuestros exprés" en los últimos años, informa Global Post. Los criminales, que circulan por la ciudad con la víctima en el coche, generalmente demandan sumas relativamente no muy grandes, de un promedio de 25.000 dólares, para que los familiares puedan reunir el dinero rápidamente. Se estima que sólo en Caracas se suceden entre tres y cinco secuestros diarios, más que en México o Colombia. El número oficial es muy inferior al real, porque la mayoría de estos incidentes no se denuncia a la policía, que participa en los delitos directamente o simplemente hace caso omiso.