En Ucrania termina el periodo pre electoral de la campaña presidencial, los principales candidatos aprovechan los últimos momentos para inclinar la balanza a su favor antes de la “jornada de silencio”.
Este domingo los ucranianos acudirán a las urnas para elegir al líder del país para los próximos 5 años. Los favoritos con más posibilidades en esta edición son el opositor Víctor Yanukóvich y la actual primera ministra ucraniana Yulia Timoshenko. Por ahora las encuestas muestran que los oficialistas están cediendo posiciones frente a sus adversarios. Los expertos culpan de eso a las autoridades que ni siquiera lograron un frágil consenso entre las diferentes fuerzas.
“Hubo muchas oportunidades perdidas a lo largo de los años. En vez de colaborar juntos, el presidente y la primera ministra abusaron de su poder para apropiarse de todo lo que pudieron”, dice el ex presidente de Ucrania, Leonid Kuchma. “Y cuando los otros países ven que Ucrania es tan inestable, claro que no invertirán nada aquí”, lamenta.
El actual presidente y la primera ministra de Ucrania fueron aliados durante la revolución de 2004, denominada ´Revolución naranja´. En aquel entonces Víctor Yanukóvich, líder del Partido de las Regiones, competía en la segunda vuelta con el opositor Víctor Yúschenko y lo derrotó por escaso margen de un 3 por ciento de los votos. Pero la oposición no quiso reconocer aquella victoria y sacó a las calles de la capital ucraniana a todos sus partidarios. Finalmente, los manifestantes lograron una repetición de los comicios presidenciales. La segunda ocasión ya fue a favor de Yúschenko que recibió casi un 52 por ciento de los sufragios.
Para estas votaciones se ha producido un cambio de roles. Ahora es Yanukóvich quien representa la oposición, mientras que Yúschenko está perdiendo el electorado por causa de una ineficiente política de su gobierno. Los antiguos partidarios del líder ucraniano están revisando su visión institucional, incluso los más destacados, quienes en 2004 hicieron una gran contribución para llevar al actual regidor de Ucrania a la Presidencia.
“Hay mucho desencanto porque desafortunadamente la mayoría de las promesas hechas en 2004 nunca han sido cumplidas”, dice el famoso boxeador ucraniano Vitali Klichkó. “Un gran número de personas se sienten engañadas. Por ejemplo, la corrupción está ahora en todas partes. Se notan algunos cambios positivos, pero en general nada ha cambiado para Ucrania”, añade.
Los sondeos realizados en los últimos días muestran que ninguno de los candidatos podrá alcanzar el 50 por ciento de los votos requeridos para la victoria en la primera vuelta. Así que, si se confirman esos pronósticos, los ucranianos tendrán que regresar a las urnas el 7 de febrero, para hacer su elección definitiva.
La mayoría de los analistas políticos están convencidos de que ya no se pueden repetir los acontecimientos celebrados durante la ´Revolución naranja´. Por lo menos ahora que los principales favoritos de la campaña electoral tienen un soporte que es la mayoría absoluta de los ciudadanos.