Estados Unidos está a punto de sufrir cambios importantes. Según los pronósticos de algunos analistas, los hispanos se convertirán en la principal mayoría del Estado ya en 2010, tras el censo nacional que se llevará a cabo a partir de marzo. Este crecimiento, sin ninguna duda, influirá en la distribución de las fuerzas y corregirá las prioridades políticas de la potencia.
Actualmente los hispanos componen la minoría étnica estadounidense más grande. Según la Oficina del Censo del país, la cantidad de habitantes hispanohablantes de EE. UU. llegó a las 45.500.000 personas, lo que supone el 15% de la población. La mayoría se localiza en los estados grandes del sur, como California, Florida, Nuevo México o Nevada. Al mismo tiempo, el número de hispanos “aumentó en cada condado y lo más probable es que la tendencia continúe durante las próximas décadas”, indicó a BBC Mundo Mark Hugo López, director asociado del Centro Hispano Pew. De acuerdo con los datos de esta organización, los latinos llegarán a conformar el 29% de la población estadounidense para 2050.
Al convertirse en la principal mayoría, los hispanos podrían tener un papel importante en la vida política. Ya se dieron a conocer como una fuerza poderosa en las elecciones presidenciales de 2008. Durante la campaña electoral la minoría latina, que habitualmente no mostraba su actividad, participó en estos procesos y se movilizó a favor de Obama: 10 millones de hispanos -cifra récord de participación- votaron por su candidatura.
Barack Obama pagó a sus electores con la misma moneda: los latinos ocupan una razonable parte en su Gobierno. A finales de 2009, el mandatario había propuesto a 49 hispanos en puestos de alta responsabilidad, 35 de los cuales fueron aprobados por el Senado, en comparación con los 34 bajo el mandato de George W. Bush, según datos de la Casa Blanca. En el gabinete del líder estadounidense también hay dos secretarios latinos, Hilda Solís y Ken Salazar. Además, al inicio de su Presidencia Obama consiguió algo realmente histórico: lograr que una juez de origen latino, Sonia Sotomayor, entrara en la Corte Suprema por primera vez en la historia de este organismo.
Muchos expertos indican que los hispanos se convertirán en un poder potencial e influirán en la distribución de fuerzas en la arena política de EE. UU. en un futuro próximo. Asimismo, esto se traducirá en un mayor poder político para el Partido Demócrata, cree Raúl Hinojosa-Ojeda, profesor asociado de la Universidad de California en Los Ángeles. "Construirán el grupo de votación más fuerte y tendrán más poder dentro del Partido Demócrata que a la vez tendrá más poder en el país". Este proceso lleva al menos dos años, por lo que el aumento de la población latina impactará definitivamente en las elecciones nacionales de 2012, según el analista.