Los monarcas españoles recibieron un “inusual” regalo postnavideño
Aparentemente la muerte de un acaudalado empresario menorquín, Juan Ignacio Balada Llabrés no habría atraído la atención a nivel mundial, si no fuera su herencia tan extraordinaria. Es decir, el fallecido pretendía que en la vida póstuma fuese recordado no sólo por sus familiares y amigos, sino por todo el mundo. De ahí que en el testamento de Balada Llabrés figuran como legados nadie más y nadie menos que los propios Príncipes de Asturias.
Tal y como informa informa la agencia EFE y según las palabras del albacea testamentario, ni Don Felipe ni Doña Letizia conocían al fallecido quien era dueño de una considerable fortuna que incluía propiedades inmobiliarias, viviendas de alquiler, activos financieros e inversiones en Bolsa entre otros. La Familia Real tampoco está al tanto de la cuantía, valoración y naturaleza de la donación, al igual que si hay familiares interesados en reclamar su parte de la abultada herencia.
Por eso no es de extrañar que al confirmar la noticia el 15 de noviembre, La Casa Real anunciara que tal “inusual” hecho suscitará un proceso jurídico y notarial bastante “complicado y largo”, especialmente porque entre los herederos también figuran ocho menores de edad (todos los nietos de los Reyes), lo que puede prolongar el proceso de transmisión hereditaria.
Según el testamento del empresario, la fortuna donada deberá dividirse en dos partes: una para la Familia Real y la otra deberá destinarse a una fundación de interés general, y es precisamente a Don Felipe a quien le corresponde construirla de acuerdo con la voluntad del fallecido.
De acuerdo con la información proporcionada por el diario Última Hora Menorca, el encargo de Juan Ignacio Balada a Sus Majestades para que destinen la mitad de su herencia a la creación de una fundación ha puesto en alerta a las instituciones menorquinas, que ya han hecho los primeros contactos para “no quedar al margen” de la decisión sobre el destino final del legado.
El interés de las autoridades isleñas es lógico ya que, según la Ley General Tributaria y el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos documentados, la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares (donde tiene su residencia fiscal Balada) percibirá el 68% de la herencia en caso si ésta supera la nada despreciable suma de 797.000 euros. Y probablemente así será ya que “el regalo” para los Príncipes de Asturias, según las estimaciones de la prensa menorquina, podría estimarse en varias decenas de millones de euros, aunque la cifra exacta todavía se desconoce.