En su visita a la sinagoga de Roma la tarde de este domingo, Benedicto XVI rogó por la paz en todo el mundo, además de expresar a la comunidad judía el afecto de la Iglesia católica.
La visita del Sumo Pontífice al templo judío de la capital italiana, marca una etapa más en el camino de la concordia y la amistad entre católicos y judíos.
El Santo Padre visitó la sinagoga romana, siguiendo el ejemplo de su antecesor, Juan Pablo II, quien lo hizo en 1986. Y habló de la “cercanía y la fraternidad espiritual” de ambos credos, que “encuentran en la sagrada Biblia el fundamento más sólido y perenne”.
En su discurso Joseph Ratzinger, no respondió a las palabras del Rabino Jefe de Roma, Riccardo Di Segni, quien entre otras cosas mencionó el “silencio” del Papa Pío XII durante la segunda guerra mundial. Benedicto XVI, sólo recordó que la Santa Sede mantuvo una política de ayuda con frecuencia “oculta e invisible” a la comunidad hebrea, y condenó las acciones de los nazis, calificándolas de un “crimen contra Dios”.
El Papa, en estos años de pontificado, ha mostrado su cercanía y afecto con el pueblo hebreo, y subrayó los encuentros con estas comunidades y organizaciones, en particular, los acontecidos en las sinagogas de Colonia y Nueva York.
Además, Benedicto XVI reiteró su condena de todo antijudaísmo y antisemitismo y pidió perdón por las faltas cometidas por los fieles de la Iglesia católica contra la religión judía.
Para destacar la visita del máximo cargo de la Iglesia a la sinagoga romana, calificada como “histórica” fueron acreditados más de 600 periodistas italianos y extranjeros, además al templo asistieron miembros del Gobierno italiano, el viceprimer ministro de Israel Silvan Shalom, el presidente de la Cámara de los Diputados de Italia Gianfranco Fini, la Premio Nobel de Medicina Rita Levi-Montalcini y el alcalde de Roma Gianni Alemanno, entre otros.