Los balnearios de esquí alpino más caros del mundo
Ha aparecido una lista que establece los balnearios de esquí alpino más caros del mundo. La clasificación, elaborada por la agencia británica WealthBulletin, se ha confeccionado teniendo en cuenta el precio de los inmuebles en las respectivas regiones en las que se encuentra cada una de las estaciones.
El más caro y el más “exclusivo” resultó Courchevel 1.850en Les Trois Vallées, el más alto de la región de Courchevel, Francia. Aquí están situados los chalés más opulentos de Europa y el precio de un metro cuadrado llega a unos 37.000 euros. Por su parte, un abono semanal de esquí cuesta unos 216 euros. A parte de los centros comerciales de lujo con las marcas más famosas y exclusivas del mundo, como Dior, Chanel, Armani, Gucci y otras, el balneario ofrece algunas de las 'pistas negras' de mayor dificultad. La cifra '1.850' en el nombre de la estación de esquí se refiere a su altitud en metros, aunque en realidad está a 1.747 metros sobre el nivel del mar; la bautizaron así por razones de 'marketing' para competir con su rival también situado en Les Trois Vallées, Val d'Isère, que realmente está a 1.850 metros.
Le sigue otro balneario francés, Méribel, a 1.450 metros sobre el nivel del mar, el lugar preferido de los miembros más jóvenes de la familia real británica. Aquí, el precio de un metro cuadrado es algo más moderado que en el número uno de la lista y llega a unos 18.000 euros, mientras que un coste medio del abono semanal de esquí es, sorprendentemente, menos asequible y está a unos 267 euros. A parte de 275 pistas, Méribel también posee uno de los mayores atractivos para los adinerados del mundo: un 'altiport', una pista de aterrizaje en la región montañosa, que casi siempre está llena de aviones y helicópteros privados.
St Moritz en Suiza, a 1.850 metros de altitud y con 88 pistas, ocupó el tercer lugar en la lista de WealthBulletin, con un precio de unos 17.000 euros por metro cuadrado y unos 240 euros por el abono. La localidad apareció en dos películas de la serie de James Bond: 'Goldfinger' y 'For Your Eyes Only' ('Sólo para tus ojos'). Una de las calles del balneario, Via Suvretta, se ganó fama de ser una de las más caras del mundo. Por una parte, St Moritz ofrece más tiendas de diseñadores que cualquier otro balneario de esquí y por otra, la Cresta Run, una de las pistas de tobogán más desafiantes y peligrosas del mundo.
En el cuarto lugar está Val-d'Isère, a 1.850 metros sobre el nivel del mar, con 144 pistas y un precio de unos 15.700 euros por metro cuadrado y 248 euros por el pase semanal. Es uno de los pocos lugares, donde se puede disfrutar del esquí también en verano, gracias a su 'Pissaillas Glacier'. Este balneario es el lugar preferido por los esquiadores 'serios', con Le FACE, la pista negra más famosa de Europa. Además, Val-d'Isère es el mejor lugar para esquiar fuera de las rutas establecidas.
Zermatt, Suiza, a una altitud de 1.620 metros, ocupó el quinto lugar. Aquí un metro cuadrado cuesta unos 13.500 euros y el abono 273 euros. Está situado en la región alemanoparlante del cantón de Valais y es famoso por la excelente calidad de sus 74 pistas y por su mercado de inmuebles casi inaccesible para extranjeros. Zermatt también ofrece oportunidades para esquiar durante todo el año, durante el verano en Theodulgletscher.
Las otras cinco estaciones que completan el 'Top 10' son Verbier, Suiza (70 pistas, unos 13.500 euros por metro cuadrado y 244 euros por el pase semanal), Kitzbühel, en la región del Tyrol en Austria (59 pistas, unos 10.000 euros por metro cuadrado y 187 euros por el abono), Megève, Francia (137 pistas, unos 9.200 euros por metro cuadrado y 196 euros por el abono), Villars, Francia (67 pistas, unos 9.500 euros por metro cuadrado y 187 euros por el abono) y Chamonix, Francia (262 pistas, con la más larga del mundo de 24 kilómetros, unos 9.000 euros por metro cuadrado y 240 euros por el pase).
Entre los compradores extranjeros de inmuebles en balnearios de esquí de montaña, cerca del 40% son rusos. La mayoría de ellos prefiere comprar viviendas en los países ex socialistas, Turquía y Finlandia, mientras que un 25% se dirige a Europa occidental y un 15 % a los EE. UU.. El 70% compran chalés para descansar, un 15% para invertir y menos de un 10% para residir permanentemente.