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Teléfonos móviles ayudan a rescatar a gente de entre los escombros en Haití

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Entre la ola de las noticias desalentadoras que llegan de Haití, aparecieron algunos mensajes esperanzadores. Ocho días después del sismo, el dramático rescate de una niña recién nacida y dos hermanos inspiró a la sociedad y dió esperanzas para seguir adelante y encontrar más sobrevivientes de la

Entre la ola de las noticias desalentadoras que llegan de Haití, aparecieron algunos mensajes esperanzadores. Ocho días después del sismo, el dramático rescate de una niña recién nacida y dos hermanos inspiró a la sociedad y dió esperanzas para seguir adelante y encontrar más sobrevivientes de la tragedia, algo que cada vez parece más complicado.

Los socorristas salvaron a Kiki, de 8 años, y a su hermana Sabrina de 12, que, tras ser encontrados, recibieron los aplausos de sus rescatadores.  Después los niños fueron trasladados a un hospital del grupo de ayuda israelí, donde los esperaba su padre. Además, encontraron a una niña que durante ocho días permaneció en su cuna debajo de un edificio destruido. Según los medicos, nada amenaza la vida de los niños.

La salvación milagrosa de Dan Woolley

La historia de un empleado de una organización de caridad estadounidense es, quizas, la más extraordinaria. Esto podía ocurrir sólo en el siglo XXI. El ciudadano estadounidense se salvó gracias a su  firmeza y a las nuevas tecnologías; mejor dicho, a su celular.

Dan Woolley filmaba una película en Haití acerca de la vida de los habitantes del país más pobre del Caribe. Luego de haber hecho algunas tomas y de haber regresado al hotel el día 12 de enero, se daría cuenta de que la pobreza no era nada en comparación con lo que estaba a punto de suceder.

“Una vez entramos, todo empezó a temblar y desmoronarse. En ese instante me di cuenta de que se trataba de un terremoto. Luego se abrió un hueco en el suelo y caí hacia la oscuridad", contó el cooperante.

Al despertarse, Woolley entendió que sólo un milagro podría salvarlo. Con la cabeza quebrada y una pierna rota, estaba debajo de los escombros en la oscuridad total, además de haber perdido sus anteojos. Sin embargo, los milagros ocurren, sobre todo en la vida de los que no pierden la cabeza en situaciones críticas. Woolley sacó el teléfono de su bolsillo e hizo un par de fotos para ver como podía trepar.

Gracias a la cámara, pudo iluminar el entorno y encontrar un sitio donde resguardarse (el hueco de un ascensor). Convencido, se las ingenió para conseguir llegar hasta allí

En el mismo teléfono, miró las instrucciones en caso de emergencia, descargadas de Internet, y se desinfectó la herida de su pierna. Después, puso la alarma para que sonase cada 20 minutos y así no quedarse dormido. Luego esperó a que la ayuda llegase.

“Pensé que si estaba vivo, significaba que Dios me ayudaba. El Señor quería que yo sobreviviera”, relata Woolley.

A veces, la esperanza abandonaba a Woolley. En uno de esos momentos, escribió una carta a sus hijos para que fuera leída en caso de que no sobreviviera.

Después de dos días de espera, fue hallado por un grupo de socorristas franceses. Por todo esto sobrevivió, gracias a la "ayuda de Dios, a su propia voluntad y gracias a las nuevas tecnologías".

Ahora que se encuentra sano y salvo, luego de haber sido trasladado por un avión estadounidense a Miami, recuerda estas horribles horas.

Control de los aeropuertos por el contingente estadounidense

Sin embargo, si Woolley hubiera procedido de algún otro país, podría permanecer en Haití hasta ahora: los militares estadounidenses controlan el aeropuerto de Haití y se niegan a entregar autorizaciones a los aviones de otros países, mientras que ellos mismos no tienen dificultades para obtener los permisos. Además, los estadounidenses expulsaron del mismo aeropuerto a todos los periodistas extranjeros, sin explicar las razones de esta decisión.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ya acusó a EE. UU. de ocupar militarmente Haití. Esta declaración fue apoyada por el presidente de Bolivia, Evo Morales.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por su parte, aseguró que no se trataba de una ocupación. Sin embargo, no ocultó el hecho de que aumentará el contingente de soldados estadounidenses en Haití hasta 16.000 efectivos para la próxima semana.

Mientras tanto, durante dos días, el vuelo con ayuda humanitaria desde Venezuela hasta Puerto Príncipe tuvo que ser retenido, ya que los controladores norteamericanos lo aplazaron reiteradamente. Sin embargo, las autoridades rusas y venezolanas finalmente lograron recibir el permiso y el jueves el avión, cargado con 30 toneladas de productos de alimentación y agua, despegó de Caracas. Al mismo tiempo, el avión del presidente de Venezuela estaba a punto de salir para Bolivia. El propio mandatario tomó la decisión de dar prioridad al avión con la ayuda y salir más tarde.

Ayuda a Haití

Frente a una situación tan trágica, la comunidad internacional unió sus esfuerzos para ayudar al país antillano. En el proyecto de reconstrucción participan no sólo organizaciones mundiales, sino también gente corriente. En estados Unidos, se elaboró un programa que permitía a los usuarios de teléfenos móviles donar dinero a las víctimas del terremoto vía mensajes de texto. En unos días, lograron reunir alrededor de 25 millones de dólares.

El Banco Mundial, a su vez, suspendió por cinco años la deuda de Haití, que se estima en 38 millones de dólares, y prometió un préstamo urgente de 100 millones de dólares sin intereses por 2 años. Según el Banco, es "una primera respuesta a una situación devastadora para afrontar no sólo la necesidad de agua y alimento, sino tabién para aportar un poco de dinero para la gente”.

Frente a este 'derroche' de generosidad de una de las instituciones financieras más poderosas del mundo, algunos de los países más pobres del planeta entregan lo que pueden sin necesidad de una posterior devolución "sin intereses". Burkina Faso, otro de los países más pobres del mundo, esta vez en el continente africano, ha conseguido recaudar 152.000 dólares para ayudar, en la medida de sus posibilidades, a la reconstrucción del país caribeño.
 
Por petición de la Republica Dominicana, un grupo de médicos rusos fue a Haití para prestar ayuda sanitaria a las víctimas. El equipo está encabezado por el renombrado pediatra ruso Leonid Roshal, conocido mundialmente por haber asistido a los damnificados del atentado terrorista en la escuela de Beslan, en septiembre de 2004.

Rusia, por su parte, donó 5 millones de dólares a Haití y, junto con Venezuela, comenzó una operación para proporcionar asistencia humanitaria al país.

El puerto de Haití está parcialmente reconstruido, lo que amplia las posibilidades de recibir suministros de otros estados.
Mientras tanto, las autoridades del país preparan la evacuación de 400.000 habitantes de la capital a campamentos temporales en otros emplazamientos. Con esta medida el Gobierno trata de evitar el brote de epidemias en el país.

 

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