“Tenemos todos los fundamentos para hablar de una 'pandemia de heroína'. En los últimos veinte años el número de drogadictos en Rusia ha crecido 20 veces, unas dos millones de personas. El 90 por ciento de ellos, son adictos a la heroína”, dijo Víctor Ivanov, director del Servicio Federal de Control de Drogas ruso (SFCD).
Además, explicó que en el país a causa de los estupefacientes fallecen anualmente entre 30 y 40 mil jóvenes. La heroína que ingresa a Rusia, “es de procedencia extranjera, concretamente de Afganistán, que se ha convertido en líder absoluto en lo que a producción del opio se refiere”, señaló Ivanov.
“Afganistán produce heroína dos veces más, de lo que producía el mundo entero diez años atrás. Luego de la incursión de la OTAN en ese país el cultivo de la amapola ha crecido más de 40 veces”, agregó el funcionario.
Esta sustancia también conocida como 'caballo' es la droga más fuerte, la que conduce a la degradación, adicciones patológicas e inevitablemente a la muerte de las personas en 5 ó 7 años”, subrayó el director del SFCD. “Estos narcóticos matan a nuestra juventud y nuestro futuro. Un adicto se aleja de la familia, de la sociedad, dijo Ivanov.
Según datos del organismo antidroga, en Rusia cada año ingresa hasta 7.000 millones de dosis de este estupefaciente.