El máximo mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, no aceptó la primera condecoración en la historia del Foro Económico de Davos como “estadista global” porque estaba enfermo. Además respondió con una crítica mordaz a los que lo ensalzaron.
En un discuso pronunciado por su canciller el viernes, criticó a los países ricos por haber desatado la crisis global financiera, no hacer bastante para ayudar a los pobres del mundo y no reparar los daños históricos.
No es la primera vez que Silva arremete contra los líderes de los países más ricos aunque éstos lo alaban por sacar a Brasil de la crisis y presidir durante un 'boom' económico sin precedentes.
De tal modo, Lula se mostró constante en su actitud a diferencia del Foro de Davos, que, al concederle el galardón por sus esfuerzos no se comprometió a nunguna de las reformas fundamentales a las que llama el dirigente brasileño.