El contrato permanente entre Moscú y Teherán de suministro del sistema de defensa antiaérea de largo alcance S-300 ha sido congelado, según una fuente implicada en esta negociación. Los expertos no son unánimes en cuanto al daño que puede causar este hecho.
La implementación del acuerdo sobre S-300 ha sido congelada para un período indeterminado, justo después de su firma, por una serie de razones políticas. Actualmente el suministro está detenido, aunque Moscú no planea cancelarlo del todo. “Mucho depende del ambiente político desde que el contrato dejó de ser sólo un trato comercial”, dijo la fuente.
No hubo comentarios acerca del asunto ni por parte del productor del sistema de defensa antiaérea, Almaz-Antey, ni tampoco de Rosoboronexport, la compañía rusa de exportación de armas.
El acuerdo del suministro de varias unidades del sistema S-300 a Irán fue firmado hace unos años, pero no fue realizado. Centró la atención en diciembre de 2008 cuando los medios iraníes anunciaron la cercana llegada del sistema de defensa ruso. La noticia apareció cuando había tensiones entre Irán y algunos otros países, como Israel y EE. UU., referentes a los avances del programa nuclear iraní. Los adversarios de Irán expresaron su preocupación sobre el acuerdo, ya que el S-300 reduciría considerablemente su posibilidad de realizar ataques aéreos al territorio iraní.
El contrato tiene que ser aprobado por los gobiernos de los dos países para que el suministro actual se efectúe. Teherán no ha iniciado todavía los pagos por los sistemas de defensa antiaérea. Según asegura la fuente, la congelación del acuerdo no afectará a los intereses de Moscú.
Mientras tanto, el diario ruso Védomosti informa de que Irán realizó un pago adelantado por el armamento, citando a sus propias fuentes en el ámbito de la Defensa. Según éstas, el suministro previsto para este año ha sido congelado.
Si el acuerdo se suspende definitivamente, esto podría cerrar el mercado iraní para los proveedores rusos de armas, expresó su preocupación Konstantín Makienko, del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías. Además de perder mil millones de dólares por el acuerdo y pagar unos 300.000 o 400.000 mil dólares por cancelar el contrato, Rusia puede perder a los compradores de la República Islámica de Irán que acudirán a los proveedores de China, dijo el experto.
S-300 es un sistema de defensa antiaérea de largo alcance capaz de destruir una aeronave o un misil a una distancia de hasta 150 kilómetros. Se supone que tiene que usarse junto con un sistema de defensa antiaérea de un menor alcance como Tor-M1. Anteriormente Rusia vendió ese tipo de sistemas a Irán de acuerdo con un contrato individual.