Los arqueólogos mexicanos hallaron en el Sur de México, en el territorio de una acrópolis maya Toniná, un sarcófago de mil años de antigüedad. La tumba de piedra, de dos metros de largo por 70 centímetros de ancho y 60 centímetros de profundidad, se remonta a la época de la decadencia del imperio maya.
Según los expertos, el hallazgo puede ayudar a aclarar el misterio de la caída de la cultura maya. Muchos investigadores opinan, que ésta data del siglo IX y fue causada por guerras entre las ciudades Estado o la degradación del medioambiente de la zona, o por ambas razones.
En el sarcófago se encontraron piezas de cerámica, que pertenecen a la cultura tolteca. Además, la misma está construída en el estilo tolteca, aunque está situada en la antigua ciudad maya y se remonta al período entre los años 840 y 900, cuando los maya todavía no la habían abandonado.
Juan Yadeun, del Instituto Nacional de la Historia y la Antropología, quien supervisaba las excavaciones, sostiene que los artefactos de esta cultura, hallados en el féretro, pueden ofrecer otra explicación de la decaída. Según el científico, el ataúd fue construído por los que vinieron en una nueva ola de emigrados desde el Norte.
Los toltecas dominaban el altiplano central del actual México, y probablemente ensancharon su esfera de influencia hasta los bastiones mayas en el Sur del país. Más tarde su “reinado” fue erradicado por los aztecas.
Otros arqueólogos ponen en duda estas prematuras conclusiones, basadas en sólo un hallazgo. El imperio maya se extendía en un territorio muy amplio y con una historia bien complicada. Los opositores creen que el hallazgo puede aportar algo de luz a la historia de tan sólo una pequeña región, aunque todavía en la arqueología no se descarta la hipótesis de la migración de los toltecas desde su capital, Tula, a los territorios de los mayas.
El sepulcro hallado está situado a pie de uno de los templos numerosos de la acrópolis. Por desgracia, su tapa no lleva ninguna inscripccion. Adentro encontraron una urna de cerámica y huesos de una persona, probablemente mujer o un menor de edad, con un cráneo deformado según la costumbre de los mayas. Los arqueólogos creen que pertenecen a un personaje de la alta jerarquía.
También están en la caja otros huesos que pueden remontarse a una época más tardía y pertenecer al período de la tercera etapa, después de los mayas y los toltecas: el de los tzeltales, que llegaron allá poco antes del desembarco español y que siguieron poblando las regiones sureñas de México.
Recientemente en Guatemala los arqueólogos han descubierto un antiguo monumento -un enorme mascarón de piedra-, lo que confirma la posibilidad de que la región poco explorada y difícilmente accesible de Petén, albergara en épocas precolombinas una importante ciudad de la civilización maya.