McDonalds cumple 20 años en Rusia
El líder mundial de comida rápida, McDonalds, cumple 20 años de su presencia en el mercado ruso.
El 31 de enero de 1990, en la céntrica plaza Púshkinskaya de Moscú, se inauguró el primer restaurante de la cadena McDonalds en Rusia.
Durante el periodo inicial de funcionamiento, la red norteamericana, aún desconocida para la entonces Union Soviética, ganó una popularidad extraordinaria.
En la madrugada del 31 de enero de 1990, más de 5.000 personas se concentraron delante del restaurante, esperando a que Mcdonalds abriera sus puertas. Aquel día en la plaza de Pushkin la cola de visitantes ansiosos por probar las famosas hamburguesas alcanzó varios kilómetros y esa misma tarde se batió el recórd mundial del primer día de funcionamiento de un local de toda la historia de la cadena McDonalds: 35.000 personas visitaron el restaurante en un solo día, por más que los precios eran bastante altos.
Durante muchos años, McDonalds fue monopolista entre las cadenas de comida rápida en Rusia. A partir del año 2000, durante la primera década del nuevo siglo, aparecieron otros restaurantes de 'fast food' que no lograron competir con el líder mundial. El rival principal de McDonalds, Burger King, abrió sus puertas para los moscovitas recientemente, en enero de 2010, y ya manifestó su intención de hacer frente a McDonalds.
Actualmente, Rusia cuenta con 218 restaurantes de Mcdonalds, 80 de los cuales están en la capital.
La comida rápida perjudica la salud
En Rusia, como en todos los países del mundo, junto con la popularidad, McDonalds recibió críticas muy fuertes por parte de médicos y dietistas, que coinciden en que comer 'fast food' perjudica la salud. Las compañías productoras de comida rápida siempre han tratado de hacerla lo más calórica posible. Es suficiente comer una sola hamburguesa para no pasar hambre.
Para mostrar lo dañina que es la comida rápida, un cineasta independiente estadounidense, Morgan Spurlock, filmó un documental en el que llevaba a cabo un experimento con su propio cuerpo, llamado 'Super Size Me' ('Súper Engórdame').
Durante el rodaje, que duró 30 días, Spurlock comía en los restaurantes McDonald's tres veces al día, llegando a consumir un promedio de 5.000 kcalorías por día. En un mes, el director aumentó más de 11 kilos y se dañó el hígado. Para perder el peso que había ganado y recuperar la salud que había visto deteriorarse, necesitó 14 meses.
Los médicos señalaron que en un mes Spurlock había consumido más comida de McDonald's de la que un estadounidense promedio debe comer en ocho años. Según ellos, no es conveniente comer 'fast food' más de una vez por semana.