EE. UU. despliega su sistema antimisiles Patriot en el golfo Pérsico

Los Estados Unidos están reforzando su presencia militar en el Golfo Pérsico y sus alrededores con el fin teórico de protegerse frente a Irán. Los representantes de la administración de los EE. UU. afirman que la ampliación del programa de la defensa antimisiles sirve para garantizar la seguridad

Los Estados Unidos están reforzando su presencia militar en el Golfo Pérsico y sus alrededores con el fin teórico de protegerse frente a Irán. Los representantes de la administración de los EE. UU. afirman que la ampliación del programa de la defensa antimisiles sirve para garantizar la seguridad de los militares estadounidenses y los aliados claves de Washington en el territorio de los países del golfo.

El despliegue de los sistemas de defensa Patriot ha aumentado la tensión entre Washington y Teherán, que todavía no han superado las discrepancias acerca del programa nuclear iraní.

El General del Ejército de los Estados Unidos que sirve actualmente como comandante del Mando Central (CENTCOM), David Petraeus, ha reconocido que el Pentágono ha establecido ocho baterías de cohetes Patriot en cuatro países del golfo Pérsico: Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Kuwait. Los barcos anitimisiles van a navegar en el Mediterráneo y "sus alrededores".

La ampliación del sistema anitimisiles comenzó durante la administración de Bush, que insistía en la introducción de nuevas sanciones contra Irán por el programa nuclear llevado a cabo por el país. Esta política la continuó Barack Obama. El presidente del Estado Mayor Conjunto, el almirante Michael G. Mullen, declaró en diciembre que el Pentágono debía tener a mano las medidas militares necesarias para resistirse contra una posible agresión de la República Islámica.

Mientras tanto, Teherán puede atacar en respuesta a las nuevas sanciones contra Irán. La secretaria de Estado de los EE. UU., Hillary Clinton, declaró en Londres la semana pasada que su país insistiría en las sanciones adicionales respecto a Irán, si este país no cancela su programa nuclear.

Además, los países de la región están inquietos por las ambiciones militares de Teherán y la perspectiva de su transformación en la potencia dominante en el golfo Pérsico, según David Petraeus.