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Escándalo en la policía rusa: GEO desenmascaró a sus jefes

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Policías del segundo batallón del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de Moscú contaron a la revista The New Times sobre las numerosas violaciones a la ley y métodos que practican con conocimiento de sus jefes.
Escándalo en la policía rusa: GEO desenmascaró a sus jefes

Policías del segundo batallón del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de Moscú contaron a la revista The New Times sobre las numerosas violaciones a la ley y métodos que practican con conocimiento de sus jefes.

En particular, los policías anónimos dijeron que si el batallón no cumple con ciertos mínimos (la policía rusa aún conserva el sistema soviético de mínimos de delitos), la policía pierde un bono de 333 dólares (el sueldo es entre 500 a 600 dólares).

"En 2008 la policía antidisturbios de Moscú detuvo, arrestó y multó a 40.000 personas. ¡Es un pequeño pueblo en la provincia! [...] Después de 10 años procesaremos de esta manera a la mitad de Moscú", dijo un policía que llegó a la redacción.

Los uniformados también señalaron que los jefes del batallón prefieren contratar a no residentes. El comandante del batallón, el coronel de la policía Serguéi Evtikov, en 2005 dijo a los soldados del batallón: "No necesitamos a los moscovitas, quienes hacen demasiadas preguntas. Necesitamos no residentes, leales y estúpidos".

En general, dijeron que el batallón "se convirtió en una estructura para ganar dinero". Dicen, vigila ocho casas en la carretera Rublevskoe (donde viven los rusos más ricos), una fábrica y la oficina del jefe de la mafia georgiana en una calle central de la capital. "Dos todoterrenos con policías protegen su vida. Tiene acuerdo con nuestro coronel y paga 4.000 dólares por persona, pero el mismo policía recibe sólo 500 dólares", afirman.

Sólo 1.600 dólares cuesta alquilar un camión con policías antidisturbios para la captura ilegal de alguna empresa. Además este batallón se especializaba en la dispersión de "marchas de la disensión" y de jubilados, y si los manifestantes tenían pancartas con dichos en contra del Ministerio del Interior o sobre los altos funcionarios del Estado, los policías debían romperlas inmediatamente.

De acuerdo con The New Times, antes de llegar a la editora, los miembros del Segundo Batallón enviaron una carta sobre la situación en la policía a Dmitri Medvédev, al jefe de la policía de Moscú, al comandante del grupo de la policía, al Departamento de Seguridad Interna del Ministerio del Interior, a la Fiscalía General y a la administración presidencial.

"Actualmente para ellos la publicidad es lo que puede protegerles y ayudarles. Sospecho que después de este escándalo ellos podrán seguir su servicio en la policía. Pero ¿quién sabe? Si los hechos prestados se comprueban durante el control policíaco  esto empujará a las autoridades del ministerio a adoptar varias medidas respecto a los jefes actuales de la policía", dice Ilya Barabanov, periodista de The New Times.

El comandante del grupo, el general Vyacheslav Jaustov, escribió sobre el problema en el batallón de la siguiente manera: "Si hay una rata, entonces amenaza". Sin embargo, como señala la publicación, el general invitó a los periodistas del periódico a examinar con sus propios ojos la vida en GEO.

Mientras tanto, el jefe suplente del departamento de información de la policía de Moscú informó que los policías que se quejaron a la prensa fueron expulsados de sus puestos el año pasado y que sus declaraciones son claramente difamatorias. Tres de ellos se encuentran en un proceso judicial. También señaló que el autor del artículo sabía sobre el despido de los policías antidisturbios y la causa penal contra ellos, pero no lo mencionó.

"En otoño del año 2009 fue abierto un expediente a causa de un robo. Esta gente aparecía como sospechosa. Desde aquel momento comenzaron una campaña contra los empleados y jefes de la policía", afirma Zhanna Ozhimina, portavoz de la policía de Moscú.

Mientras tanto, uno de los interlocutores de la revista dijo que cuando un miembro del batallón firma el acuerdo laboral escribe una carta de renuncia sin fecha. Según él, a menudo antedatan un despido.

El Ministerio del Interior revisará toda la información y castigará a los culpables, dice el jefe suplente de ese ministerio. Agregó que duda de la veracidad de los hechos publicados en el artículo, pero señaló que se tomarán medidas severas si se encuentran culpables. Si la información no se confirma, el Ministerio en este caso defenderá el honor y la dignidad de sus empleados en conformidad con la ley.

"Hace unos años no habrían hecho público este escándalo. Ahora, cuando se observa una campaña evidente contra los jefes de la policía, muchos empleados la utilizan para ajustar cuentas. Esto no significa que lo que dicen no sea verdadero. Tal vez en general sea la verdad. Pero, además, la verdad consiste en lo que antes habrían tenido miedo de expresar sobre un punto de vista. Ahora, mientras la temporada de caza a los jefes policíacos está abierta, se atreven a decirlo todo", resume Leonid Radzikhovsky, periodista.

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